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martes, 14 de agosto de 2012

La Bella Durmiente

Ya van 17 muertos en la gestión del señor Humala, quien funge de Presidente de la Nación, producto de los conflictos sociales.
Siendo solamente cinco las víctimas mortales en Cajamarca, me he dicho varias veces: "y ahora, ¿Qué?". Es dificil tener un pronóstico cercano a la realidad y por otra parte no quiero hacer el papel de mal brujo, pero por el momento se puede poner sobre la mesa algunos hechos puntuales. Primero: el Gobierno se rehusa a deponer el estado de emergencia en la región Cajamarca, alegando la falta de "condiciones", mientras se sigue militarizando la zona; segundo: el presidente regional Gregorio Santos y otras organizaciones  preparan el paro anunciado para los dias 21 y 22 de agosto. La Cámara de Comercio de Cajamarca se ha pronunciado en contra del paro regional y el mismo señor Bambarén, quien ejerce el oficio de Monseñor, con sueldo pagado de los impuestos de todos los peruanos, ha declarado muy a favor de la  empresa minera Yanacocha. Si no se supiera que tales declaraciones no vinieran de este señor, se podría pensar que al algún pro- minero abogado de la empresa acababa de declarar. Mientras, la opinión en el país está algo dividida pues algunos apoyan al gobierno y tildan de grupos violentistas y radicales a los que protestan, y otros apoyan la postura cajamarquina. Todos, o casi todos, coinciden sin embargo en que debe existir el tan decantado "diálogo" entre las partes.
En apretadas lineas he expuesto el panaroma actual a la fecha. Ahora expongo mi pensamiento.
Yo, que no soy ni cura ni católico, ni soy dueño de compañías mineras ni tampoco resido en Cajamarca, se me ocurre meditar acerca del racismo conciente en el que muchos incurren cuando describen a los protestantes de Cajamarca como  seres "ignorantes, vagos que no quieren el progreso", además de otros epítetos; cuando los oigo o leo, se me ocurre preguntarme si alguno de ellos vive en Cajamarca y más precisamente en la zona en conflicto; cuando escucho o leo a adefesios como el señor Bambarén tomar partido en vez de ser neutrales y acercarse al pueblo y al por qué de sus reclamos para entenderlos, se me ocurre reafirmarme en mi creencia de que Dios no está en gente que dice hablar en su nombre, sino en la gente que no lo menciona tanto, pero que practica la justicia. No conosco al señor Santos, por otra parte, y no sé acerca de su sinceridad y la fidelidad al pueblo que lo eligió, pueblo por cuyos derechos él  asegura estar realizando las acciones conocidas; en todo caso es el propio señor Humala quien sin duda debe conocerlo mejor, pues no tuvo empacho en apoyarlo en su lucha anti minera cuando era candidato y necesitaba los votos de ese pueblo al que ahora apalea. Pero sí he hablado con los que viven allá, cerca del problema y en el mismo problema, y como resumen de sus impresiones podría citar una pregunta: "¿Qué haría usted si por su casa abrieran una mina?". No supe qué contestar, quizás porque sé que en donde resido (San Juan de Lurigancho) y en donde residieron mis antepasados hasta mis padres (Miraflores), nunca habrá minas que explotar. ¿O sí?
Se me ocurre también pensar que casi siempre los pro mineros, aquellos que apoyan la extracción minera a como de lugar, nunca residen ni remotamente cerca a una mina; se me ocurre pensar que si la extracción minera trae la felicidad automáticamente, me es dificil hallarla en los rostros de los huancavelicanos o los de los habitantes de  la Oroya, por ejemplo, lugar este último sinceramente irrespirable.
Tantas veces se ha hablado de "dialogar" y de "mantener la paz y el orden", mientras se celebraban pactos y firmaban convenios lescivos al pueblo y a sus espaldas, que no se puede menos que desconfiar de los agoreros del orden y el statu quo, ese que aman tanto aquellos de siempre: los que creen tener el derecho de gobernarnos hayan salido o no elegidos, los que detentan el poder colocándose así mismos o a algún fantoche en la presidencia; es más de los mismo a lo largo de nuestros casi docientos años de vida republicana, aunque tal república no exista en realidad, y solo sea más bien un ensayo de país.
No sé que ocurrirá en los siguientes dias, pero estaré atento.
Por cierto, lo olvidaba; el señor Kuczynski en una  entrevista en la pasada semana dijo que el proyecto minero Conga era como la "Bella Durmiente", había que esperar a la calma del conflicto social para su desarrollo. Espero que el señor Humala disfrazado de  "Príncipe Azul" no quiera  despertarla  a punta de balas y sablazos. Ojalá que no.

Ricardo del Castillo y Larraondo.

Agosto 15, 2012.

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