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miércoles, 27 de junio de 2012

Ni frijoles ni bistek

Recuerdo, y quizá algún lector o lectora también, que a  mis padres y aun a mis abuelos les oí decir que en añejos tiempos al referirse a la cada ves más difícil situación económica, decían cuando la situación apremiaba: "¡Qué se va a hacer! hoy para comer, solo hay pobremente frijoles con bistek". Y ese era el plato que "pobremente" adornaba nuestras mesas y llenaba nuestros limeños estómagos.
Al igual de otras limeñas costumbres y/o expresiones,sin duda tal expresión merece  estar desde hace no poco en el baúl de los recuerdos, cuando no dentro del saco del olvido. Pero tal cosa no  se debe  al cambio de la "jerga" popular o al desuso natural  obligado por el tiempo, sino que se debe a esa brillante, selecta, meritoria, inteligente, sagaz, pluscuanperfecta clase política dirigente que gozamos nosotros,  los felices habitantes de este paraíso terrenal que el vulgo internacional ha dado por llamar  "Perú", en lugar de llamarlo "Villa del Cielo", "El Reino de Dios"  o algo parecido. Pero como el ateísmo abunda, llamemos a esta "Tierra Prometida", simplemente Perú. Aquel que niegue ver a un alado querubín en la persona con forma humana de nuestros y nuestras congresistas, merece que se le saquen los ojos de cuajo; aquellos desventurados que osen ignorar la clase de Arcángeles que revisten nuestros ministros, merecen ser tostados a fuego lento, como a San Lorenzo.
Y al poseedor de la "piedra filosofal", al intangible y etéreo ser que  rige nuestros dichosos destinos bajo el materialista nombre de "presidente",¡ Que nadie se atreva a dudar de la bondad de sus actos! ¿No reconocen en él, acaso, al que una vez vestido de arcángel militar quiso darnos la felicidad y que hoy ya como divino dirigente de nuestros destinos, nos otorga la felicidad, la dicha plena, las satisfacciones más profundas (que casi  rozan con lo erótico), aderezadas con balas,  desplantes,  muertos, falta de carácter, promesas no cumplidas, etc., etc., etc. ?
Como habitante feliz de este Edén que no precisa de un trabajo para vivir, tengo la ociosidad de pasearme por plazas y mercados y también supermercados solo para llenarme del contento que produce el enterarse por ejemplo, lo cada vez más caro de tal o cual producto, la baja calidad de muchos de estos, la escasez de aquellos, la inexistencia de aquestos.....
Y lleno de alegría, como corresponde  a un habitante del paraíso en la tierra, me regreso a casa entonando aquel viejo vals que debe convertirse pronto en Himno Nacional, pues en su letra lleva una promesa cumplida :  " Y las corvinas, sobre las olas, nadarán fritas con su limón".
¡Que sean arrojados a leones hambrientos quienes mientan al decir que nunca en su vida comieron siquiera una sola  vez corvina! He dicho.




Ricardo del Castillo y Larraondo


Junio 27, 2012.

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